Hace unos meses arrancaba con mi iniciativa «Mis 12 Superheroínas«. Una forma diferente de contacte como se vive el cáncer desde dentro. Sin edulcorantes, sin tonterías, a pecho descubierto.
12 son las personas que contestan mis preguntas. Las mismas para todos. ¿Que por qué? Porque es increíble como siendo tan distintas, pueden tener tantísimos en común.
Descubre a mi 5º Superheroína a continuación. Se llama Natacha. Una deportista de pies a cabeza que ni el cáncer a frenado en su empeño de correr. Su libertad, su belleza y si amor por el deporte, hoy en mi blog.
¡¡ Gracias preciosa !! Que esos pies nunca encuentren un camino que no sean capaces de subir.
A: ¿Qué edad tenías cuándo te diagnosticaron cáncer? ¿Cómo era tu vida en esos momentos?
N: Cuando me diagnosticaron tenía 34 años. Mi vida era muy estresante… a las 6 de la mañana sonaba el despertador, a las 7:00 corriendo, ducha, niños al cole y trabajo… Acababa de trabajar a la misma hora a la que los niños salían de clase, por lo que me sentía muy afortunada… pero también contribuía a generar más estrés… ya que tenía que coger el coche a máxima velocidad para llegar a por ellos… Dos días a la semana daba una extraescolar de atletismo en la escuela, los miércoles bajaba a las pistas de atletismo del rio Turia (Valencia) apara entrenar con el equipo y cuando llegaba el fin de semana… Sábado trabajaba ( es lo que tiene trabajar en comercio) y domingo competición…
A: Antes de la enfermedad, ¿habías estado sometida a mucho estrés o alguna situación que te resultara especialmente dura de afrontar?
N: A pesar de que siempre me he sentido dichosa por haber encontrado a mi marido y por tener unos hijos maravillosos a los que adoro, es cierto que siempre tenía la sensación de que había cosas que quería eliminar de mi vida porque no me hacían feliz, pero me sentía incapaz de cambiar, pues esto implicaba salir de mi zona de confort.
A: ¿Qué tratamientos recibiste?
N: Tuve 12 sesiones de Taxol, 4 ciclos de AC y tras la mastectomía radical del pecho izquierdo y ganglios, recibí 25 sesiones de radioterapia.
A: Si tuvieras que elegir, ¿cuáles serían los 3 peores momentos a los que te has enfrentado durante tu proceso? ¿Por qué?
N: En primer lugar diría que uno de los más duros para mí, fue cuando el Dr que me realizó la ecografía me preguntó si había acudido acompañada a la consulta. En ese momento, caí en la cuenta que iba a tener que comunicarle aquella horrible noticia a David, que esperaba en la sala de espera. Me derrumbé.
En segundo lugar y quizás el peor, fue el primer mes, en el que te hacen pruebas de todo tipo y no te informan de la gravedad de la enfermedad. Hasta que no vas a la siguiente consulta con el oncólogo y te dan los resultados sufres muchísimo. La incertidumbre te hace valorar la posibilidad de la muerte y esto da mucho miedo al principio… sabes que la gente que te quiere va a sufrir mucho con tu marcha e intentas dejar atados todos los cabos.
Por último, diría que también es difícil, el hecho de aceptar que tu cuerpo progresivamente va mermando en sus cualidades físicas… En cada entrenamiento sientes como las piernas te van pesando más y crees que no eres capaz de llevar a cabo el entrenamiento, pero con el tiempo, consigues aceptar tu nueva situación y cada kilómetro recorrido te parece un regalo.
A: Pasar un cáncer es un época de muchos cambios, ¿cuáles tuviste que hacer tú? ¿Qué otros cambios observaste?
N: Cuando me diagnosticaron la enfermedad, mi estado de forma era muy bueno, pues habíamos empezado ya con la preparación al Maratón, y al comenzar con el tratamiento, aunque no dejé de entrenar, tuve que aceptar que mi rendimiento deportivo iba a bajar y que las competiciones habría que afrontarlas de una forma más relajada… saldría a disfrutar
A: ¿ Actualmente dirías que tienes alguna secuela física o emocional? ¿Qué ha cambiado en este sentido?
N: Evidentemente las secuelas físicas existen, me realizaron una mastectomía radical de pecho izquierdo con vaciamiento de ganglios…, esto hace que pierdas un poco de amplitud en el movimiento del brazo afectado y con los tratamientos hormonales, debo cuidar más la alimentación porque tiendo a retener líquidos … pero me parecen consecuencias mínimas, ya que en muchos casos, afortunadamente cada vez menos, cáncer implica muerte… y yo tengo la suerte de ser una superviviente.
A: La gente de siempre, ¿supo reaccionar o todavía hoy se alejan al sabernos enfermas?
N: En mi caso, el cariño de mi entorno fue un apoyo esencial… Ayuda mucho saber que la gente cree en ti … te obliga a no rendirte…
Sí que es cierto, que cuando das la noticia, todo el mundo se alarma, ya que se trata de una enfermedad grave e inevitablemente preocupa la posibilidad de que ocurra el fatídico desenlace…
A: Dime una palabra que resuma los peores momentos con el cáncer
N: Incertidumbre.
A: ¿Alguna vez te planteaste o te has planteado ir a una Psicooncóloga?
N: Sí, cuando llegó la hora de reincorporarme al vida laboral… Mi cabeza intentaba buscar una explicación y justificaba todo lo ocurrido con el estrés al que estaba sometida, por lo cual, volver a exponerme me producía ansiedad…
A: ¿Cómo ha sido tu experiencia con tu psicooncóloga?
Muy buena, te tranquiliza saber, que lo que te ocurre es totalmente normal debido al proceso e intentan marcarte pautas para superarlo y organizar las ideas…
A: ¿Crees que con el apoyo de una psicooncóloga podría haber sido diferente tu proceso? ¿En qué?
N: En mi caso, durante el proceso no necesité atención psicológica, porque sabía perfectamente lo que debía mantener en mi vida y aquellas cosas que quería cambiar, para poder llevarlo de la mejor manera … Así que decidí permanecer de baja laboral, continuar corriendo y aprovechar al máximo el tiempo para estar con mi familia…
A: Y, ¿cuáles han sido los 3 mejores momentos de tu proceso?
- N: Cuando me dijeron que vería crecer a mis hijos.
- Tras realizarme la mastectomía, en la primera revisión cuando me dijo la oncóloga que estaba limpia.
- Cuando me realizaron la reconstrucción… y dimos por cerrada esta dura etapa…
A: ¿Ahora eres más feliz? ¿Cuál ha sido tu receta para sentirte mejor?
N: Quizás ahora sea más consciente de hacia dónde debo dirigir mi vida para ser más feliz si cabe…
Quitarle protagonismo a la enfermedad y seguir con mi vida, sin limitarme por el nombre de la enfermedad, solo escuchando a mi cuerpo y mi corazón.
A: En una sola palabra, ¿qué te ha aportado vivir esta dura enfermedad?
N: SEGURIDAD.
A: ¿Qué consejo le darías a otra persona en tu misma situación?
N: Que no dediquen ni un segundo en pensar en lo malo que les puede pasar… Desgraciadamente si tiene que llegar llegará, pero ese tiempo que pierdes pensando hay que invertirlo en ser feliz… el tiempo es lo más valioso que tenemos.
Natacha López
Atleta y afectada de cáncer.
Siéntete bien, afróntalo con optimismo y vive sin miedo