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Por qué es tan difícil afrontar un cáncer

Artículo publicado en el Periódico El Día. 19 de Octubre de 2019, Día Mundial Contra el Cáncer de mama:

Las 5 cosas que no te habían contado

Este es el mes de concienciación contra el cáncer de mama. Una dura enfermedad, edulcorada por los medios, que padecerán 1 de cada 8 mujeres en nuestro país a lo largo de su vida. 

Tu mundo se va a frenar

Lo hará en seco. De repente, sin aviso previo. Quizá sientas que hiciste algo mal que te ha llevado a un callejón sin salida. Que podrías haber hecho algo para evitarlo, pero no es así.

Lo que ahora afrontas es algo grande, complejo y que revuelve la vida hasta del más fuerte. Es una “condena” demasiado dura que nadie la merece. Pero si coges el “toro por los cuernos”, dejarás aparecer a un versión de ti mismo que brillará con luz propia. 

No hay cáncer pequeño

Hay quien cree que el cáncer es algo sólo físico e  incluso que hay cánceres “mejores que otros”.

La cruda realidad, es que el impacto no es sólo físico, NUNCA. Tu mundo emocional, familiar, social, laboral y económico se verán sacudidos, y habrá cambios en todos ellos. Pero no siempre a peor.

Los altibajos de emociones serán “el pan nuestro de cada día”. Truco: mientras cualquier emoción que experimentes (ira, miedo, tristeza, alegría…) no sean demasiado intensas o se prolonguen demasiado en el tiempo, serán normales y necesarias. Te ayudarán a adaptarte. 

Sin embargo, si te observas siempre con alguna persona concreta discutiendo, muy inquieta, buscando información a cada rato, sin poder parar, sin querer parar, muy triste,  desconectada de los demás, con miedo, sin poder disfrutar de nada… eso ya no es normal. Emocionalmente hay un atasco que te está aportando más sufrimiento del que necesitas para adaptarte.

Ya la situación de por sí es demasiado dura de por si sin estos “extras”, ¿no crees? Es el momento de consultar con una Psicooncóloga/o. 

Sí, es normal sentirse mal. Sí, es normal llorar. Sí, es normal que quieras “mandarlo todo a la mierda”. Pero no, no de forma descontrolada, no de forma desbordante, no cada 5 minutos, no cada vez que estás frente a la puerta del hospital. 

No esperes a que el dolor te desborde, consulta con un especialista en Psicooncología. Somos tus compañeros de viaje, te ayudaremos para que puedas usar tus emociones para adaptarte de nuevo, a no sufrir más de la cuenta y a hacerlo por menos tiempo. 

El cáncer nunca viene solo

Al recibir el diagnóstico, hay 5 aspectos que tu médico ha puesto sobre la mesa junto a tu diagnóstico casi sin darse cuenta y que pueden poner muy difícil afrontar la enfermedad:

1. Miedo a la Muerte: la constante incertidumbre, las ideas preconcebidas sobre la enfermedad, si conocemos o no a otras personas que lo hayan vivido, así como su manera de afrontarlo, puede generar miedo durante todo el proceso y a los tratamientos.

2. Dependencia: la necesidad de desplazarte, lo abrumador que es el proceso emocionalmente, el agotamiento y los efectos secundarios podrán hacerte necesitar el apoyo de familiares y amigos en el día a día con mucha frecuencia.  

3. Desfiguración: los cambios en la autoimagen suelen ser de los momentos más desconcertantes. Ya es innegable que la enfermedad está en tu vida, dejando marcas en tu cuerpo tras las cirugías, la caída del pelo o también tras la aparición de secuelas como el linfedema o las cicatrices. 

4. Interrupción: las relaciones con los demás van a cambiar. Da miedo, lo sé. Se van a reestructurar. Encontrarás en el camino gente maravillosa que te va a apoyar cuando menos lo esperas y de otros, simplemente aprenderás a desprenderte.

5. Discapacidad: los planes vitales que esperabas alcanzar en ese momento se interrumpen. Por ejemplo un ascenso, la maternidad, la casa. Necesitarás descansar más, dedicarte más tiempo a ti misma, mimarte y cuando te quieras dar cuenta, muchos de esos plantes los podrás retomar.  

Reduce su impacto

El impacto de estos 5 aspectos depende de cómo solías reaccionar antes a las malas noticias, tus niveles de ansiedad y depresión previos, ciertos rasgos de personalidad o tu capacidad para reponerte ante las dificultades. Es decir, de tus antecedentes y recursos psicológicos. 

Depende también del tipo de tumor, dónde se localiza, de los efectos secundarios, de los tratamientos, del manejo de la información por parte de tu equipo sanitario, las cirugías, apoyo social…

Complicado ¿verdad? Como te adelantaba, lo que hoy afrontas es mucho más duro de lo que parece. 

Por eso, te regalo estos pequeños trucos que reducen el malestar que llevan aparejados:

Haz una lista de preguntas sobre cosas que no te queden claras tras las visitas a tu médico y llévala contigo en la próxima consulta.

Busca cosas que te gustan de ti y que quieres hacer en este momento.

Delega.

Introduce el ejercicio en tu vida, así como una buena alimentación.

Enterrar lo que sientes en un falso “estoy bien” no hará que el malestar desaparezca.  Dedica tiempo a encontrar lo que te calma, lo que simplemente te llena cada día.

Consulta con una Psicooncologa/o que te guíe durante todo el proceso y te ayude a reducir el dolor paso a paso.

Ariadna González. 
Psicóloga Sanitaria y Psicooncóloga.

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