Nosotras también tenemos cáncer

Nunca pensé que nos veríamos inmersas en esta vorágine que remueve los sentimientos más profundos de cualquier persona, miedo, desesperación, desconfianza, pena y dolor, dolor del alma, a la vez que piensas y no dejas de preguntarte ¿Por qué nos tocó? 

 

Pregunta a la que jamás encuentras respuesta, porque esto es una ruleta y paró en nosotras. Digo nosotras porque no solo soy yo sino mis hermanas también,  nuestro premio: UN CÁNCER DE MAMA, que cuando te enteras es la losa más pesada que jamás pueda caer. 

Luego, a medida que pasa el tiempo vas aprendiendo a levantarla por muy pesada que sea y paso a paso te das cuenta que debes aprender a vivir simplemente de otra manera y que todo este dolor tiene un precio, el precio de valorar más la VIDA y aunque sea un tópico dicho y oído por mas personas que han pasado por aquí, es una verdad grande, ya nada es lo mismo, ni lo será.

Pero todo ello enriquece el alma dando lugar a situaciones inesperadas y confusas que  nos hace grandes  como personas conociendo a muchas personas y profesionales que sienten tu dolor como suyo y te sorprende tanto que en momentos así, NUNCA LO OLVIDAS.

Casi siempre exigimos a los profesionales que nos atiendan más y mejor y siempre desconfiamos de sus actuaciones, no dándonos cuenta que son los primeros que nos ayudan a quitar esta losa que nos pesa.

Desde aquí quiero transmitir que seguramente habrá errores, son humanos pero trabajan día a día por nuestra salud, por nuestra calidad de vida, son nuestra tabla de salvación en medio de un mar. Un mar en el que te acabas de caer y crees no encontrar nada, pero ellos están ahí. 

De igual manera que tenemos DERECHO A QUEJARNOS también tenemos la OBLIGACION DE AGRADECER.  Por eso, empezaré desde mi comienzo en esta andadura, intentaré no decir ningún nombre pues tendría que haberme llevado una agenda para anotar y me hubieran faltado hojas, y no quiero olvidarme de nadie:

A todos los que formáis Mamografías, enfermeros, auxiliares, radiólogos sois los primeros en ver la cara de miedo, los primeros en ver como cae la primera lagrima y vuestras palabras de tranquilidad secan esa lagrima. Aunque luego vuelva a caer, pero ya empieza vuestro trabajo no solo detectar sino tranquilizar y quitar ese primer miedo tan grande que entra en el cuerpo y dejarme deciros GRACIAS con sólo mirarnos nos habéis dado fuerza para seguir. 

A todos los que formáis Cirugía, ¡uf! aquí  un respiro profundo ¡Dios mío! que grandes sois, que cariño, que manera de decir algo tan malo y transmitir esa seguridad y confianza que vuelve a limpiar otra lagrima que cae, GRACIAS porque no sabía que existían personas tan profesionales y tan humanas, siempre una palabras de ánimo, una sonrisa y un ¡TODO VA A SALIR BIEN!

 A los que trabajáis en  los Quirófanos, anestesistas, enfermeras, auxiliares y médicos, ¡llego la hora de la verdad! Gracias por vuestros ánimos cuando el miedo invade todo tu cuerpo y estáis ahí para decir “TODO VA A SALIR BIEN, TRANQUILA”. Gracias a una persona muy especial y a la que quiero hace muchos años, (que compartirnos hasta nombre), porque siempre estás ahí.

 A todos los que formáis Oncología:  aquí he de hacer un inciso, pues la primera visita fue   la  primera vez en mi vida que he visto levantarse a un médico y consolar las lágrimas de mi  madre. Jamás lo olvidaré, poner sus manos en sus hombros y mirar a los ojos llenos de lágrimas, el dolor de una madre, mirarla cara a cara, para dar ánimos, eso te honra como médico y más aún como persona, y como residente te diré que el día que acabes sigas así, GRACIAS. Sigo dando gracias a todos los oncólogos, enfermeras que trabajáis mucho, pues por desgracia somos muchos, y sabemos que  estáis inmersos en estudios, en avances, y todo ello para ofrecernos vuestros conocimientos y ponerlos a nuestros servicio con la esperanza de que vuestra sabiduría y la ciencia sea eficaz en la lucha por vivir, GRACIAS.

 A nuestro pequeño hospital de día de oncología que tanto coraje le tengo pues vas medio bien y sales mal. No he visto el cielo, ni quiero verlo todavía (si es que voy, claro) pero aquella sala es especial y todos los que trabajáis allí las hacéis especial, es un cachito de cielo y en ella no sólo sois  enfermeras  sois ANGELES que nos cuidan y protegen y trabajan sin cesar entre pitidos de máquinas, entre un vaivén de personas que sin conocernos nos une algo, el dolor. Dolor que calmáis con solo miraros.  El trabajo que no cesa y jamás de verdad una mala cara, un mal gesto, al contrario una sonrisa, un ¡ya queda menos!, sois grandes de verdad y especiales; por eso estáis ahí. GRACIAS

A todos los que trabajáis  en la séptima planta solo estuve 48 horas suficiente para ver que también estáis hechos de otra pasta, hace seis años estuve con una persona muy querida allí y jamás pensé que después de este tiempo yo misma iba a  ocupar una habitación, pero ha sido así y vuelvo a toparme con profesionales como la copa de un pino. GRACIAS. 

También a todos los de las cuarta planta por vuestro cariño y cuidados después de la operación por estar atentos para que no nos doliera nada y aliviar también el dolor del corazón. GRACIAS. 

Como no, a las celadoras/es que sin conocernos y en un corto trayecto de un sitio a otro las he visto con los ojos llenos de lágrimas ¡increíble! Pero cierto GRACIAS.  

También a URGENCIAS, a todos porque aunque todos creamos que es el servicio más pasivo por la horas interminables o aseguro que está formado por profesionales de mucha calidad. GRACIAS a todos también.

Se me olvidaba RADIOTERAPIA que aunque he puesto mi primer pie también me contestaron aquí estamos para lo que necesitéis, así que GRACIAS y nos veremos pronto. 

Aquí  y con todos mis respetos y cariño a todo los anteriores si me voy a permitir nombrar a una persona que no solo ha hecho por nosotras, por la hermanas Cueto Jiménez, sino por la familia entera, preocupada de maridos, padres, hermano e hijos. 

A mi MODE, a nuestra MODE. Para nosotras es nuestra “especialista en curar el alma” porque es así, es imposible no quererla pues no hace falta buscarla, ella te busca, no hace falta decirle tu nombre, ella lo sabe, no hace falta decirle que te ahogas en lagrimas y dolor porque ella lo entiende. ¡Qué importante es su trabajo! ella  saca de ti, la rabia, la incomprensión, la ira, el dolor que siente cuando te cae esto, se lleva mucho desconsuelo y alguna  vez malas caras y protestas de la misma impotencia que sientes,  pero ella llega donde muy poca gente sabe llegar, A TU ALMA. Ella es la que día a día hace que sueltes todo lo que sientes dentro y tiene el “Don” de cambiar las lagrimas por sonrisas para conseguir eso, no se hace, sino SE NACE y tú has nacido para ello. Felicidades por ser cómo eres ÚNICA. 

 
CAMBIO DE TERCIO 

Bueno para la familia no hay palabras. Hemos ido a todas las consultas como cual torero con su cuadrilla a realizar su faena. Todos a por la misma faena, la nuestra y la lidiar con el primer toro de mi hermana NATI, grande y bravo que no sabe con quién “ha dao”. Después el segundo, mi toro,  más chico que el de ella pero un tanto malo también y por último el tercero de mi hermana SANTOS, más chichito pero con pinta de malo, así que esta el cartel completo. 

No hay mas entradas ¿ya está bien no? Y ahora como le dices a tus padres y hermano e hijos que están invitados a la primera fila, en barrera, la mejor visión de todas y al lado del torero,  el banderillero, nuestros maridos sosteniendo nuestros cuerpos temblorosos y diciendo “palante con dos…”. Y así estamos palante con dos… poniendo en nuestras cabezas pañuelos de colores por montera que alegren nuestro corazón. Así, que puedo decir, si después de todo doy gracias a Dios por hacernos partícipes a todos en el cartel de nuestras vidas y por tenernos juntos, para llorar y reír, NO SE PUEDE PEDIR MAS. 

Y ahora he de generalizar pues esto no sería una carta sino un libro, y decir que toda la familia, y amigos habéis respondido muy bien en este cartel, llenando la plaza en cada momento y apoyando cada uno de nuestros pasos con mucho cariño y desde aquí nuestro gran paseíllo para tirar besos y abrazos y decir que GRACIAS POR VENIR Y ADEMAS, VENIR SIN LLAMAROS, SIN ENTRADA, POR QUE SI.. OS QUEREMOS .

He sentido la necesidad de escribir estas palabras pues estos últimos meses nuestra segunda casa ha sido el Hospital y lo que nos queda pues seguimos todavía y casi he pasado por todos los rincones. Es por ello la necesidad de llevar mis sentimientos y el de mis hermanas y padres al papel y con ello espero transmitir a todas las mujeres y hombres pero en este caso más a las mujeres por tratarse de  Cáncer de mama , más común en nosotras que ESTAMOS EN MUY MUY BUENAS MANOS OS LO ASEGURO Y POR SUPUESTO QUE NO DEJEIS DE OBSERVAROS ES MUY IMPORTANTE . Y ANIMO A MIS COMPAÑERAS DE FATIGAS QUE ESTAMOS PASANDO POR LO MISMO PORQUE PODEMOS Y DEBEMOS LUCHAR POR VIVIR. 

 
 
Jaén, abril 2009

Siéntete bien, afróntalo con optimismo y vive sin miedo