3/12. Almudena, cáncer a los 34 que descontrola

Y aquí os dejo con mi tercera Súperheroína, Almudena. Que ha tenido que pasar de trabajar con pacientes en tratamiento por cáncer, a ser ella una de esas pacientes.

Así, vive una sanitaria pasar de bando:

A. ¿Qué edad tenías cuándo te diagnosticaron cáncer? ¿Cómo era tu vida en esos momentos?

A: Me diagnosticaron cáncer de mama con 34 años recién cumplidos, sin tener antecedentes familiares.

Hacia medio año que por fín habia conseguido una plaza vacante de mi profesión después de dar mil vueltas trabajando fuera de mi casa, y hacia solo una semana que habia firmado mi hipoteca.

Se puso todo patas arriba, perdí el control de mi vida perfecta.

A: ¿Qué tratamientos recibiste?

A: Comencé un tratamiento hormonal para poder hacer una preservación ovarica por si en algún futuro quisiera tener hijos, pero no fue bien y tuve que empezar los tratamientos sin poder hacer la congelación.

Hice un tratamiento de 16 ciclos de quimioterapia, los 4 primeros cada 15 dias que es cuando se cae el pelo, y los otros 12 semanales, 5 meses en total.

Un mes después de terminar la quimio me dieron 15 sesiones de radioterapia. Hay que dejar un mes de descanso entre un tratamiento y otro.

Al empezar con las quimios semanales comencé también un tratamiento de inmunoterapia que ponen también cada tres semanas y con el que estoy actualmente, ya me queda poco. Este tratamiento puede administrarse por via intravenosa o subcutánea. Yo comencé con las intravenosas y estas ultimas las estoy haciendo subcutáneas, es menos tiempo y tengo menos efectos secundarios.

A: Si tuvieras que elegir, ¿cuáles serían los 3 peores momentos a los que te has enfrentado durante tu proceso? ¿Por qué?

A: El peor momento fue llegar a casa y contar a la familia que es lo que va a pasar en el próximo año, es un momento dificil, sobre todo cuando ya has pasado por este proceso previamente con oto miembro de la familia.

Otro momento complicado fue al ponerme el reservorio. Como sabes soy técnico de radioterapia y radiologia en el hospital donde me han dado los tratamientos, y llegar a tu puesto de trabajo y ver a tus compañeros pero estar en el otro lado, es complicado.

A: Pasar un cáncer es un época de muchos cambios, ¿cuáles tuviste que hacer tú?

A: El cambio más grande que supone para una mujer es su aspecto físico. La caida del cabello es algo que impacta mucho, tanto a uno mismo como a los familiares y amigos.

Cuando decidí raparme el pelo, me lo hizo una amiga que es peluquera. Hizo el momento agradable y divertido, aunque para ella no fue así, pero lo hizo con una sonrisa.

Seguí viviendo en mi casa, que vivo sola, aunque los días de quimioterapia se venía mi madre. Yo intenté en todo momento hacer mi vida normal, que mi enfermedad no fuera un obstaculo para salir con amigos o verme guapa.

A: La gente de siempre, ¿supo reaccionar o todavía hoy se alejan al sabernos enfermas?

A: Bueno, ha habido de todo…

Mis amigos íntimos, han estado en todo momento a mi lado, me han hecho todo más facil y divertido. Hemos salido a pasear, a cenar, a hacer barbacoas, incluso a la playa y la piscina.

Las personas con las que menos contacto tenia, se han volcado en esta etapa. Nos ha unido mucho más.

También hay personas que han desaparecido, como por ejemplo, el que era mi pareja. Las cosas no iban bien antes, pero mi diagnostico le llevo a decirme que él estaria a mi lado pero que tenia que hacer su vida, decidió estar de forma pasiva los momentos que más necesitaba. Así que decidí que no podia cuidar de mí misma y estar pendiente de si alguien se preocuparia o no por mi, y preferí seguir mi camino sola. Fue una muy buena decisión.

Y mi familia…que puedo decir…la familia siempre está cuando la necesitas. Siempre han estado pendientes y apoyandome en todas las decisiones que tomé, que no fueron fáciles.

A: Dime una palabra que resuma los peores momentos con el cáncer

A: Lo resumiria en: queparenelmundoquemequierobajar, no sabria elegir una sola palabra.

A: ¿Alguna vez te planteaste o te has planteado ir a una Psicooncóloga? Si es así, cómo ha sido tu experiencia?

A: Quise hablar con un especialista en el momento en el que me dieron el diagnostico, pero no por mí, sino por mi familia y por cómo comunicarselo. Yo trabajo en oncologia radioterapica, sabía por lo que iba a pasar y tengo las pautas para saber gestionarme, pero nadie se acuerda de los familiares y acompañantes, ellos también necesitan apoyo.

Pero la seguridad social funciona tan bien…(ironía) que hay que ir a ponerse en lista de espera para que te atiendan emocionalmente, y no todo el mundo puede permitirse pagarlo.

A: ¿Crees que con el apoyo de una psicooncóloga podría haber sido diferente tu proceso? ¿En qué?

A: Creo que los psicooncologos son importantes en muchos servicios del hospital, desde que te dan el diagnóstico, sea la especialidad que sea, como en oncología medica o radioterapica, hablo de los servicios que más conozco. Nunca sabes cuando te vas a venir abajo, puedes estar muy fuerte pero en la más simple consulta pueden fallarte las fuerzas.

A: Y, ¿cuáles han sido los 3 mejores momentos de tu proceso?

A: Mis mejores momentos….han sido ¡muchos!

Poder hacer una vida normal ya es todo un logro, pero si además te rodeas de personas que te hacen reir, todo mejora. He podido comer lo que he querido, sin que me doliera al tragar, y no perdí el sentido del gusto, así que mucho mejor todavia…
Qué curioso que uno de los mejores momentos hayan sido comer, eh? Como nos cambia el valor de las cosas…

He podido viajar y aprovechar mi tiempo libre, hasta donde mis fuerzas me dejaban.

Puedo enumerar muchos momentos positivos, porque he vivido todo desde el optimismo. Pero lo mejor de todo ha sido reirme, reirme de todo hasta llorar de la risa.

A: ¿Ahora eres más feliz, que has aprendido a amar la vida?¿Cuál es esa receta de la felicidad?

A: No sé cual es la receta de la felicidad, pero creo que el truco es peder los miedos.

Vivimos siempre con miedo a algo que no sabemos si pasará o no, y nos perdemos muchas aventuras por esto.

El mayor miedo que tenemos es a morir, pero no nos damos cuenta que al llegar a los 80 años no nos dan una vida extra donde volver a empezar o hacer las cosas que no has hecho. Cuando pierdes ese miedo, todo cambia. Comienzas a vivir la vida al dia y a disfrutar tanto del sol como de la lluvia, y la sensación de mojarse bajo la lluvia también es una gran experiencia.

Nadie sale vivo de esta vida, y si no vivimos ahora, ¿cuándo?

A: En una sola palabra, ¿qué te ha aportado vivir esta dura enfermedad?

A: Vitalidad

A: ¿Qué consejo le darías a otra persona en tu misma situación?

A: Mi consejo….

Disfrutar de cada momento y de cada emoción, si tienes ganas de llorar… ¡¡llora!! porque quitas muchos miedos, y si tienes ganas de reir… ¡¡rie!! no es malo reirse aunque estes enfermo. Hay que rodearse de buen rollo.

Y no esconder la enfermedad, porque antes o después se sabe, esto es como un embarazo. Y decirlo en voz alta y escucharse a uno mismo decir lo que pasa también ayuda, y al final es algo normal. Nos tiene que dejar de importar lo que piensen los demás, lo importante es lo que tu pienses de ti mismo y sentirte bien, el resto del mundo no importa.

Almudena Calleja.
Afectada de cáncer y escritora de «Zona descontrolada»